Albus Dumbledore

Nombre: Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore

Familia: Dumbledore

Edad: 96

Cargo: Director de Hogwarts

Linaje: sangre pura

Varita: Varita de Saúco

Patronus: Fénix

Boggart: El cadáver de su hermana Ariana

Personalidad: Bien conocido por su buen corazón, sostiene firmemente que el amor es la magia más importante y poderosa del mundo. Suele distinguirse por su tranquilidad, su amabilidad (incluso frente a personajes que le desagradan), su sabiduría y su sentido del humor. No es el tipo de profesor que castiga a sus alumnos, sino que más bien intenta guiarlos por el mejor camino posible. Jamás se le ha visto faltarle el respeto a nadie, y aunque se ha encolerizado un par de veces, nunca ha perdido los estribos. Dicen que está un poco loco. Aun así, aquellos que lo conocen de veras (los cuales se pueden contar con los dedos de una mano) saben que detrás de esa fachada hay mucho más, pues él es realmente un hombre torturado por su pasado. Albus se siente arrepentido de su adolescencia por todos los errores que cometió, conociendo el poder como su tentación y debilidad.

Pasatiempos:Le gustan los estampados de punto, la música de cámara y los bolos.

Debilidades: El poder, varias veces a rechazado ofertas para ser Ministro de Magia porque sabe que no podría hacerse cargo.

Descripción física: Es alto, delgado, y muy viejo, con una barba y cabello plateados, tan largos que pueden meterse por el cinturón. Sus ojos azules son claros y brillantes, y cuando mira parece que lo haga a través de rayos X. Lleva unas gafas de media luna que sostiene sobre una nariz muy larga y torcida, puesto que se la rompió. Suele vestir largas ropas, con una capa púrpura que barre el suelo y unas botas que le llegan por el talón. Pero a pesar de de ser muy anciano, siempre da la impresión de estar lleno de energía.

Spoiler:

Historia:
Hijo de Percival y Kendra Dumbledore, Albus nació en el seno de una familia de condición humilde. Hermano de Aberforth y de Ariana, Albus se distinguió por su calma y diplomacia desde muy joven. Su padre, Percival, fue encerrado en Azkaban por atacar a dos muggles que habían hecho daño a la pequeña Ariana, hasta el extremo de crearle un trauma con respecto a sus capacidades mágicas. Desde entonces, la familia pasó a cargo de la madre, Kendra, quien estableció a la familia en el Valle de Godric, y quien siempre batalló contra el hecho de que la pequeña Ariana había quedado en un estado de trauma tal, que su magia se disparaba de manera catastrófica para aquellos que la rodeaban. Es por esta razón que solo Albus y Aberforth asistieron a Hogwarts. Ariana no, por motivos de salud.

Albus se destacó en Hogwarts desde su primer año, demostrando aptitudes prodigiosas para la magia y una diplomacia y cortesía en su caracter que lo hacían favorito de los profesores. No así su hermano Aberforth, que era agresivo y poco dado a los premios y reconocimientos. Así, Albus creció fascinado por los logros y premios, por el poder y las facilidades de este. Una vez que terminó su educación en Hogwarts, se hizo amigo de un joven que estaba de paso por el valle de Godric, invitado por la historiadora Bathilda Bagshot. Este joven era Gelert Grindelwalt, una persona sumamente dotada en magia, como Dumbledore, solo que con fascinación por las artes oscuras. Junto a este hombre, Dumbledore planeó el dominio de los magos sobre los muggles, pues su poder lo tenía cegado. Fue la muerte accidental de Ariana en un duelo entre Aberforth y Grindelwalt lo que trajo de nuevo a la razón a Albus. Grindelwald se dio a la fuga, y Albus eligió orientarse a partir de entonces para la lucha contra la magia negra y la protección de los muggles y los nacidos de muggles. Se le ofreció varias veces el cargo de ministro de magia, pero él lo rechazó, por temor al poder que ya antes lo había cegado. Sin embargo, Dumbledore estaba obsesionado con encontrar las llamadas Reliquias de la Muerte (la Varita de Saúco, la Piedra de Resurrección y la Capa de Invisibilidad). Cinco años después de la muerte de Ariana, Dumbledore se batió a duelo con Grindelwald, quien era para entonces un mago tenebroso sumamente temido, y le arrebató la varita mágica, que había resultado ser la Varita de Saúco. Decidió no contarle acerca de esto a nadie, para que con su muerte muriera también el secreto de esta reliquia, y la Varita no siguiera causando destrucción y asesinato.

Dumbledore continuó con su carrera profesional. Se hizo profesor de transformaciones en Hogwarts, pero al mismo tiempo, aportó importantes descubrimientos para la magia. Su trabajo en alquimia con Nicolas Flamel, y el descubrimiento de las doce aplicaciones de la sangre de dragón lo hicieron célebre. También su constante lucha contra el mago tenebroso más poderoso de todos los tiempos, Lord Voldemort.

Otros Datos: Le gusta el sorbete de limón y el cacao caliente. Su mermelada favorita es la de frambuesa.